'La Herbología y su Historia' por MitziwPER.J

Desde hace miles de años se han usado hierbas para la magia y la medicina. Los antiguos sumerios iniciaron el estudio sistemático de las hierbas, y hallaron usos medicinales para las enfermedades, el tomillo, el laurel y otras muchas plantas. El primer libro de hierbas chino que se conoce fue escrito hacia el año 2800 a.C., y describe los usos de 366 plantas. Los antiguos griegos y romanos usaban plantas en la medicina mágica. También se usaban como amuletos mágicos colgados al cuello en saquitos de tela, que servían para repeler a los malos espíritus, alejar la enfermedad o protejerse frente a las maldiciones. En el libro muggle la Odisea de Homero, dan al héroe una hierba que se llama moly para protejerle de los conjuros de la hechicera Circe. En toda la mitología, las hierbas mágicas las asocian con brujas como Hécade y Medea, que las usaban para preparar pociones que otorgaban grandes dones a quienes gozaban de su favor, y aseguraban una muerte terrorífica a lo que querían destruir.

Durante la Edad Media, la mayoría conocía a algún "hombre sabio" o "mujer sabia" que usaba hierbas para curar heridas y dolencias, y como solución para toda clase de dificultades personales, desde un pozo seco hasta una suegra pelmaza. Estas recetas extraídas de las creencias populares sobre las propiedades medicinales y mágicas de las plantas, han pasado de generación en generación. Muchas de aquellas curas se basaban en la idea de que Dios ha impreso en cada hierba una imagen visible de su uso en medicina, de manera que con sólo mirar la planta se puede saber para qué sirve. El color de sus flores o de sus frutos, de la forma de la raíz o de las hojas, todo aporta pistas sobre las propiedades medicinales de cada planta. Por ejemplo, se decía que los pétalos púrpura de un lirio se empleaban en la preparación de pastas para magulladuras. Las flores amarillas, como la vara de oro, curaban la tez amarilla de las enfermedades. Si una planta recordaba la forma de parte u órgano del cuerpo, se creá que era beneficiosa para esa parte. Las hojas del álamo temblón se usaban para tratar algún temblor sintomático, y las flores que semejaran mariposas se recomendaban para curar picaduras de insectos.

Se pensaba que muchas enfermedades tenían su origen en fuerzas sobrenaturales, y también habían remedios herbales para esos casos. La mujer sabia, o herbóloga, te podía recomendar colagr una uirnalda de zarzamora para alejar a los malos espíritus o rellenar la cerradura de la puerta con semillas de hinojo para espantar a los fantasmas, o derramar jugo de la planta dedalera para protegerte de las hadas. También se esperaba que el poder mágico de las plantas funcionara para una gran variedad de problemas mundanos. Por ejemplo, un viajero que temiera dormirse tenía que llevar encima un poco de artemisa, que tenía fama de alejar al sueño. O se le podía dar achicoria a un buscador de tesoros escondidos, ya que esta hierba era capaz de abrir puertas y cofres cerrados con llave. A un joven que deseara conquistar a la chica de sus sueños tenía que recoger un poco de milenrama mientras recitaba un encantamiento de amor.

Pero saber para qué servía la planta era la mitad del trabajo. También resultaba crucial saber cuál era el momento más adecuado y la forma precisa en que había que recoger cada planta. Muchos herbólogos creáin que las propiedades de las plantas, igual que las características de las personas, recibían directamente la influencia de los movimientos de las estrellas y los planetas. Los botánicos astrológicos initían en que "si no se recoge la planta aplicando las reglas de la astrología, tendrá poca o nula virtud". Por tanto, las plantas como la cicuta y la belladona, debían recogerse cuando Saturno estaba en la posición apropiada en el firmamento, y así con todas las plantas. Según la regla general básica, lo mejor es recolectar las hierbas por la noche, preferiblemente cuando hay luna llena, que es el momento cuando las plantas tienen máxima potencia. Sin duda, por esta razón en las instrucciones de la Poción Multijugos se detalla la recolección de crisopos.

Pero muchas plantas tenían reglas especiales. Si pretendias abrir candados con achicoria, tenías que cortarla con un cuchillo de oro al mediodía o a medianoche del día de San Jaime, el 25 de Julio. Con todas estas reglas, y tantos peligros mortales, no es de extrañar que se deba estudiar por tantos años la Herbología.

Libro 'La Herbología y su Historia'
por Mitziw Potter Evans Jackson